De ruta por La Mancha con niños

Lagunas de Ruidera

Tiene razón Raquel cuando dice que me va a acabar gustando el campo. Últimamente, casi es una necesidad salir de la ciudad a caminar entre árboles y respirar aire puro. No tanto mía, que paso la mayor parte de la semana en un entorno natural como el que ya he enseñado más de una vez, como de mi familia. Así que el fin de semana pasado, preparamos las mochilas y estuvimos de ruta por La Mancha con otras familias y unos cuantos niños.

Elegimos Daimiel como «centro de operaciones» desde el que movernos. Sólo está a un par de horas en coche desde Madrid, así que incluso puede ser un buen destino de un día. Sin embargo, nosotros preferimos hacer noche y pasar todo el fin de semana más tranquilos. Nos sorprendió el tamaño del pueblo, la bonita plaza porticada y la amabilidad de la gente de allí, que nos recomendó tantos sitios y planes que hubiéramos necesitado una semana entera para poder hacer todo.

Nuestro hotel fue todo un acierto. Las habitaciones amplias, con una terraza en la que podríamos haber estado jugando al sol toda la tarde. Las camas, enormes. El baño impecable. Todo olía a jabón y a limpio que daba gusto. La decoración, rústica, coqueta y llena de detalles. Y el wifi, no me digas que no es importante, funcionando a la perfección también en las habitaciones. Lástima no haber podido disfrutarlo más porque es uno de esos sitios en los que se está como en casa.

Hotel Doña Manuela - Daimiel - Ciudad Real

Hotel Doña Manuela - Daimiel - Ciudad Real

El sábado, tras llegar y soltar nuestras cosas, nos fuimos a pasar el día a las Lagunas de Ruidera. Se nota que es una zona más preparada para el buen tiempo. Vimos un montón de posibilidades de alojamiento, áreas de baño, lugares en los que pescar, rutas de senderismo. Un sitio del que disfrutar, y mucho, sobre todo en estaciones más cálidas. Lo que no quiere decir que no se pueda ir en invierno, ¡al contrario!. Se trata de un espacio natural precioso que se puede recorrer en coche o a pie, en visitas guiadas.

Lagunas de Ruidera

Lagunas de Ruidera

Comenzamos parándonos sin prisa en los miradores y lagunas que nos iban saliendo al paso, maravillándonos con el color turquesa de sus aguas mientras nos dio la hora de comer. Como decía arriba, muchos restaurantes estaban cerrados pero tuvimos la suerte de encontrar Los Álamos, donde disfrutamos de cocina manchega casera (¡el pisto estaba para atizarse una barra de pan entera!), chimenea encendida y una terraza enorme en la que podíamos ver jugar a los niños y contemplar el paisaje.

Lagunas de Ruidera

Lagunas de Ruidera

Después, paseo por la zona y, entre senderos, lagunas, patos, encinas, carrizos, tomillo y romero, se nos fue echando la tarde encima.

El domingo, después una visita a Las Tablas de Daimiel que os contaré más adelante (tengo que editar antes algo así como mil fotos), nos fuimos a comer a Almagro. Me impresionaron sus calles amplias, las fachadas señoriales con escudos, los grandes ventanales enrejados y el ambiente de domingo que se respiraba, sobre todo en esa bonita plaza en la que los niños jugaban al fútbol mientras los padres se tomaban el aperitivo en las terrazas.Y ya sabes que «donde fueres…» ¡Cómo estaba el queso manchego y cómo se estaba al sol!

Almagro - Ciudad Real - Plaza Mayor

Almagro - Ciudad Real - Corral de Comedias

Pudimos visitar el Corral de Comedias, que nos encantó a mayores y pequeños y, a pesar de no haber visto molinos de viento, salvo desde el coche, nos volvimos a Madrid tan contentos.

¿Conoces La Mancha? ¿A que te han entrado ganas de hacer una escapada? ¿Tienes alguna recomendación en la zona? Cuéntame. Ya sabes lo que me gusta charlar contigo.

Fotografiar el invierno

Fotografiar el invierno - La Boca del Asno - Segovia

Hace un tiempo, te contaba que había salido a fotografiar el invierno con más bien poco éxito. Esta semana, sin yo buscarlo, me he encontrado con la estación de cara. Primero, me recibieron los árboles, con ese aspecto de haber sido espolvoreados con azúcar glass, que me hace sonreír siempre. Luego, llegó una buena capa de nieve que, afortunadamente, quedaba a ambos lados de la carretera. Lo último, unas imágenes casi de postal… aunque no me pude parar donde habría querido. No había sitio donde dejarlo con seguridad y me preocupaba no ser capaz de sacar el coche después.

Es probable que aún haya nieve durante unos días más. Así que, si tienes oportunidad de acercarte a Navacerrada o llegar hasta cerca de Segovia (La Granja, Valsaín, Los Asientos, La Boca del Asno), vas a disfrutar muchísimo. Y ni te cuento los peques de la casa.

Fotografiar el invierno - detalle de planta con nieve

Fotografiar el invierno - La Boca del Asno - Segovia

Fotografiar el invierno - Detalle árbol nevado

Si quieres obtener fotografías bonitas de un paisaje tan impresionante, te doy unas cuantas ideas que te ayudarán. Sé que hay un montón de tutoriales y consejos de expertos, pero lo que sigue no es nada de eso. Simplemente te cuento mi experiencia y lo que hay detrás de estas fotografías que ves.

  • Una de las cosas más obvias e importantes es ir cómodo y bien abrigado. Después de todos estos años yendo y viniendo a trabajar a Segovia, durante el invierno llevo unas botas de montaña y un forro polar en el maletero del coche. No me estorban y nunca sabes cuándo te van a hacer falta. Guantes también, por supuesto. De los que puedes sacar solo los dedos, mejor.
  • Esto te puede parecer una tontería, pero cuidado por dónde pisas. Esa capa lisa de nieve puede ocultar irregularidades en el terreno o agujeros. Si te hundes hasta media pierna es, si me apuras, cómico. Pero no es nada divertido si te tuerces un pie o pierdes el equilibrio. Y hablando de equilibrio, la nieve endurecida resbala.

Fotografiar el invierno - pisadas en la nieve y paisaje nevado

  • Ya sabes que no doy demasiada importancia al equipo pero, aunque no sea el más caro o tenga las mayores prestaciones, protégelo del agua si está lloviendo o de la nieve que cae de los árboles. Fotografiar el invierno requiere también precaución con los cambios de temperatura. He visto lentes con condensación que no sirven para nada en un buen rato, horas y hasta días.
  • Hablando de equipo, muchos fotógrafos llevan su mochila con varias lentes y diversos accesorios. No te digo que no; simplemente, yo no puedo llevar tanto peso. Una distancia focal corta, y a correr. Pero se me ocurre que un trípode o un disparador de control remoto, por ejemplo, te pueden dar mucho juego.
  • Sobre todo cuando viajo, consulto dos aplicaciones en el móvil: la brújula y Golden Hour Calculator. Con la primera me oriento para la salida y la puesta de sol, evitando fotografiar a contraluz y controlando mucho mejor las sombras. Con la segunda, calculo la hora de salida y puesta de sol para saber el tiempo de luz de que dispongo y a qué horas esa luz adquiere una calidad más dorada o más azul.

Fotografiar el invierno - detalles naturaleza nevada

  • La nieve es un potente reflector así que hay que tenerlo en cuenta a la hora de ajustar los parámetros de la cámara. Normalmente, funciona bien sobreexponer un poco para que la nieve no quede gris. Sin pasarse, porque corres el riesgo de perder los detalles y las texturas. En las horas centrales del día y con sol, hay que observar las sombras porque son duras y cuesta integrarlas en la imagen. Yo he preferido disparar a última hora de un día un poco gris. Casi no hay sombras o son muy suaves y, a pesar de todo, hay luz suficiente como para no tener que subir el ISO.
  • Siempre he oído que en paisajes hay que manejar la mayor profundidad de campo posible, es decir, que todos los elementos de la fotografía, lo que está lejos y lo que está cerca, queden bien enfocados. Sin embargo, no me molesta que haya planos desenfocados o con menos detalle. Me parece que le dan profundidad a la escena así que he utilizado un diafragma muy abierto.
  • Y, por último, no te limites a planos generales. Detalles de las hojas, pisadas, gotas de agua etc. son también muy interesantes. Si incluyes una ramita, un árbol o una piedra en el primer plano de un paisaje general vas a conseguir contextualizarlo de modo que apreciemos más la grandeza de la naturaleza, entendiendo mejor sus dimensiones.

Fotografiar el invierno - detalles naturaleza y paisaje nevado

¿Te han ayudado estas ideas? ¿Tienes alguna más que te gustaría compartir? Ya sabes que no hay nada mejor que aprender, me encantará leerlo. Y tú, ¿te animas a fotografiar el invierno?

Besos de película, fotográfica

piruletas de fresa

Una de las mejores cosas de tener hijos es revivir tu infancia a través de sus ojos. Siempre he sido lectora compulsiva, desde pequeña. No tengo demasiados libros de entonces no obstante, porque vivía muy cerca de una biblioteca y casi nunca los compraba. Conservo unos pocos. Y estos días estoy buscando una edición de uno de mis favoritos. Una edición de esas que que quieres guardar, de las que podrías dejar en herencia a tus nietos.

Desde la invención del beso, ha habido cinco besos en la Historia que fueron los más apasionados, los más puros. Este los superó a todos.

Quizá reconoces la cita. Si el libro es bonito, la película es divertida y deliciosa. Pero no vamos a hablar hoy de besos de cine sino, cómo no, de besos de película… capturados en fotografías. Es San Valentín y, aunque no nos entusiasme demasiado, nos ponemos tiernos con algunas imágenes de enamorados, que a mí me gustan particularmente.

piruletas de fresa

Si de besos hablamos, es obligado hacer referencia al de Times Square o al que preparó Robert Doisneau… aunque el propio autor no quedó demasiado contento con el resultado. Pero eso es otra historia. Son probablemente los besos más conocidos de la historia de la fotografía, pero prefiero descubrirte unos pocos besos fotográficos que han pasado más desapercibidos. ¿Vamos allá?

  1. Sin duda, refleja el espíritu parisino más tópico pero hay que ser un maestro para captar una instantánea tan chic, tan tierna y tan magistralmente compuesta.
  2. Ya te conté que era uno de mis autores favoritos. Su mirada nunca defrauda, sus puntos de vista son sorprendentes y sus fotografías me conquistan por su espontaneidad.
  3. Respeto profundamente a los fotógrafos que salen a la calle y son capaces de capturar la esencia de una ciudad a través de su gente, fotografiando momentos. Será mediático, sí, pero no por eso deja de ser, en mi opinión, uno de los grandes.
  4. Colorista, elegante, quizá un poco kistch, decadente y surrealista, esta serie ha supuesto una grata sorpresa.
  5. Seguro que recuerdas aquel vídeo de los desconocidos besándose que se hizo viral. Pues estas fotografías, de estética similar, se hicieron antes y aparecieron en una revista alemana.

¿Has seguido ya los enlaces? Te animo a hacerlo y a descubrir la obra de estos increíbles fotógrafos porque, de verdad, merece la pena. Si prefieres ver todos estos besos juntos, los he guardado, junto al resto de fotografías de esas series, en mi tablón «besos» de Pinterest. Estoy segura de que te van a encantar. No dejes de pasarte y, si te gusta esa red social, puedes recomendarme otros que conozcas y te gusten para completar el tablón.